BUENOS AIRES.- El juez federal Claudio Bonadio calificó ayer de “extremadamente básico”, tanto “en lo político como en lo jurídico”, al viceministro de Justicia de la Nación y miembro del Consejo de la Magistratura, Julián Álvarez, también uno de los principales dirigentes de “La Cámpora”.
El magistrado, que fue sancionado por el Consejo con el voto incluido de Álvarez con un descuento salarial del 33%, expresó estos conceptos en una carta abierta, publicada por el Centro de Información Judicial (CIJ) de la Corte Suprema, a la cual firmó: “Claudio Bonadio (todavía), Juez Federal”.
Además reveló que la presidenta del Consejo de la Magistratura, Gabriela Vázquez, lo visitó tiempo atrás en el juzgado para “pedirme el voto” a favor de la lista Celeste, que ella encabezaba, y confesó sentirse “desilusionado”.
“Me dijo expresamente que usted sabía ‘qué había que hacer’ en la defensa de los legítimos intereses de sus mandantes, al momento de hacer respetar la independencia de los jueces cuando eran llamados a investigar o resolver en las causas que les toca intervenir”, destapó el magistrado.
El juez achacó a Vázquez su conducta en aquella votación al “seguir ciegamente” el dictamen del consejero y viceministro de Justicia Julián Alvarez que, sostuvo, “ya ha demostrado, acabadamente, que, tanto en lo político como en lo jurídico, es muy básico”.
En la carta, Bonadio aclara: “Nadie y menos el suscripto, que tiene en su más alta consideración la superioridad política de los valores republicanos y democráticos como principios rectores de la organización de un estado de derecho, puede aprobar defensas corporativas por el solo hecho de pertenecer al Poder Judicial; por eso, rechazo que en su carta abierta se me catalogue como ‘uno de los nuestros’ ya que no sé donde está usted, pero yo estoy solo, tratando de hacer bien mi trabajo”.
Antes de que Bonadio publicara su explosiva carta, Vázquez había difundido una misiva en donde justificaba la multa a Bonadio.
La funcionaria se había defendido de “quienes objetaron el voto favorable a la sanción de Bonadío, argumentando no haber cumplido con las promesas electorales de defender al estamento (judicial) o de ser oficialista”.
“Todo lo que usted (por Vázquez) me dijo al pedirme mi voto lo contradijo con ‘su’ voto en esta denuncia y por los argumentos en que lo fundó”, retrucó dirigiéndose a la jueza, y sentenció que “no acepto la explicación sobre la rectitud de su conducta y la coherencia y honestidad intelectual de su voto”.
Bonadio confió a Vázquez que “me siento apenado y sorprendido, al mismo tiempo, de haberme desilusionado tan rápido; es que recuerdo claramente los argumentos que usted esgrimió cuando vino a mi despacho a pedirme el voto para la lista que lideraba”. “Es verdad que somos esclavos de nuestras palabras y dueños de nuestros silencios.- Y usted doctora Vázquez, en mi despacho habló!!!”, concluyó.
Los “K” no lo quieren
Bonadio y el Gobierno vienen manteniendo una fuerte disputa en los últimos tiempos. El juez procesó al vicepresidente, Amado Boudou, por la presunta falsificación de documentación de un auto y allanó las oficinas de Hotesur SA -que dirigían amigos del empresario Lázaro Báez-, la empresa que regentea los hoteles de la presidenta, Cristina Fernández, y sus hijos. Además, declaró en rebeldía y prohibió que salga del país al jefe de la Procuraduría antilavado (Procelac), Carlos Gonella. El oficialismo desempolvó denuncias contra el juez e impulsó sanciones que derivaron en un descuento salarial. (DyN)